lunes, 14 de septiembre de 2009

La burbuja cuyo nombre no quiero acordarme

Se dice que la historia de "Don Quijote de la Mancha" es una de las novelas más traducidas en todo el mundo. La paradoja descansa en que a pesar de dicha distinguida acreditación - además de que por una u otra razón, todos hemos oído mencionar las aventuras del 'Caballero de la Triste Figura' - tan sólo ha sido una minoría que ha tomado su tiempo para leer y conocer el relato que a mi entender, personifica la más gloriosa hazaña que demuestra lo importante que es ver la vida no tal y como es, sino como debería de ser.
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Hoy me dijeron que mi problema reposa en que soy demasiado soñadora. Planeo, proyecto e idealizo con una ilusión que a veces resulta ser fantástica y poco acorde a la realidad. La verdad es que sí. Soy soñadora y trazo mis metas en unas plataformas que muchas veces no concuerdan con la objetividad. Sin embargo, esto no implica que todo es pautado dentro de una burbuja. La certeza nunca la obvio. Sencillamente, la modifico hacía el camino positivo cuando hago el intento de agregarle el toque mágico de querer ser más y alcanzar lo imposible.

Siempre he dicho que todo pasa por una razón. Al momento en que me refutaron que mi dilema se deriva en ser quizás una 'visionaria exagerada', la narración del maravilloso Don Quijote se presentó ante mí.

Una vez más, pude comprobar (y quienes estaban junto a mi) que a veces - y esto no implica que sea adecuado todo el tiempo pero sí a veces - es necesario crearte una burbuja en la que se perciban molinos de vientos como gigantes, un humilde hostal como un castillo; una bacía de barbero como tu prenda de vestir distintiva y una mente exquisitamente tan creativa y fiel al corazón que permita instaurar un mundo utópico por el cual luchar hasta hacerlo realidad.

El hidalgo era feliz como el caballero Quijote y desdichado como el anciano Alonso Quijano. ¿De verdad es necesario destruir la mentira qué te hace sonreír?

Esa respuesta todavía no la sé y tampoco quiero exclamar que defiendo lo falso ante lo cierto. Pero sí apoyo el credo Quijote por el cual nos permitamos una que otra vez salirnos de la rutina - de lo aceptado, de lo coherente, de lo aburrido y de lo real - para dejarnos llevar por la cualidad más hermosa e inocente que el ser humano puede desarrollar: la imaginación.

Al final de nuestro encuentro con el personaje más valioso del escritor Cervantes, únicamente me tocó exclamar - con cierto acato y orgullo: "¿Y aún así, me dices que mi problema es ser soñadora?"

Creo que mi salvedad es poder decir que lo soy.

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Con fe lo imposible soñar
al mal combatir sin temor
triunfar sobre el miedo invencible
en pie soportar el dolor

Amar la pureza sin par
buscar la verdad del error
vivir con los brazos abiertos
creer en un mundo mejor

Es mi ideal
la estrella alcanzar
no importa cuan lejos
se pueda encontrar
luchar por el bien
sin dudar ni temer
y dispuesto al infierno llegar si lo dicta el deber

Y yo sé
que si logro ser fiel
a mi sueño ideal
estará mi alma en paz al llegar
de mi vida el final

Será este mundo mejor
si hubo quien despreciando el dolor
combatió hasta el último aliento

Con fé lo imposible soñar
y la estrella alcanzar
Fuente: "Sueño imposible" -
Don Quijote de la Mancha

Miguel de Cervantes

4 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que las respuestas que necesitabas te las dio Don Quijote esta tarde!:)
Keep dreaming sis!

Anónimo dijo...

http://academic.regis.edu/Volunteer/Ivan/sect05/AVArules.htm

NatsMQ dijo...

Thank you :)

Tu madre... dijo...

Soñar no "cuesta nada" pero........
la REALIDAD es el dia tras dia y la VERDAD !!! =/
Me encanto tu articulo !!! yo soy lamentablemente del grupo de las SOÑADORAS...

Bienvenido a mi burbuja ¿Traes contigo una aguja?