I. Tiempo de calidad (escuchar con atención, realizar paseos, viajes juntos)
II. Palabras de afirmación (reconocer logros, elogiar, dar ánimo)
III. Regalos (flores, joyas, poemas, libros)
VI. Actos de servicio (lavar el automóvil, cortar el césped, preparar la comida)
...
El concepto de estas cinco variantes fue concebido por el estadounidense Gary Chapman. Descubrí esta forma de pensar gracias a un seminario de parejas que asistí con mi novio.
Es en situaciones como estas, que uno entiende que en la vida todo tiene su momento de pasar. La charla basada en las distintas formas de expresar el amor, la disfruté en las circunstancias que más necesitaba escucharlas.
Estos cinco tipos de lenguajes son ideas generales que paradójicamente encajan en cada persona (de acuerdo a lo que estén viviendo).
Hay que comprender que tu forma de expresar el amor no necesariamente es igual a la que tu pareja realiza.
Más importante aún, entender que el lenguaje de amor con el que te identificas, es el que interiormente esperas recibir (a pesar que muchas veces no se quiera admitir; claro está, el orgullo se interpone).
Aceptar… que sea cual sea el lenguaje, la manera, la forma, el tipo o comoquieras llamarle, hay que expresar el amor. Es la mejor medicina. La motivación más especial y la fuerza que le da sentido a una vida.
Por algo disculpa todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo… [Corintios 13, 1-13]
Amor… una palabra que no es mi favorita (nada le gana a “Gracias”). Pero sí el amor se lleva el premio de ser mi acción favorita.
Ojalá sea igual para quién lea este escrito.
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