martes, 7 de abril de 2015

Motivos de ser burbujas y alfileres

No es fácil. Hay muchas miradas que ignorar, opiniones que descartar y lo más importante, tratar constantemente de no perder la fe para acordarnos que lo correcto es seguir lo que de verdad quieres hacer.

Ser un soñador es difícil ante las sociedades que dictan el modo “general” de vivir. Es ahí cuando se pasa por la barrera de ser catalogado como un “rebelde”, rompe reglas o mi favorita, “bohemio”.

Lo que muchos no saben es que va más allá que ser definido por una palabra. Lo de nosotros, los “locos soñadores” es un estilo vida. Una forma que recomiendo experimentar cada día más que paso con el gran regalo de estar viva.

No es fácil. Y por eso me encanta. Tengo muchas ganas, mucho ya hecho y demasiado que me falta. Mi gran meta es poder algún día (esperemos que dentro de mucho tiempo) poder mirar para atrás y decir: misión cumplida; Viví.

El siguiente articulo lo encontré en las redes sociales. Es preciso, directo y genial. Tal cual la generación que define.

Enjoy it,

...

48 motivos por los que esta generación no puede, y de hecho no debe, madurar

¿Qué significa ser una generación que prefiere tener experiencias en vez de sueldos?

¿Qué significa ser una generación de personas que duermen en los sillones del resto en vez de en su propia casa y que usan su tiempo viajando? ¿Qué significa ser una generación que no tiene trabajos estables y que pasa años saltando de apartamento en apartamento?

Para nuestros padres, y para todos los demás que tienen una opinión, significa que somos dispersos. Significa que muchos de nosotros venimos de familias con padres divorciados y que ahora no podemos madurar. Significa que somos desorganizados, que no tenemos motivación y que no merecemos la etiqueta de “adultos”.

Ellos nos dicen que somos atolondrados y flojos. Nos dicen que busquemos trabajos estables. Que nos establezcamos. Nos dicen que dejemos de jugar y crezcamos de una vez por todas.

De lo que no se dan cuenta, es que sí somos adultos y que nunca maduraremos.

No te dejes engañar, podríamos hacerlo si quisiéramos; podríamos ponernos un traje y guardar nuestros currículos en carpetas de cuero y caminar con un maletín y tener responsabilidades sobre nuestros hombros. Podríamos subir y bajar en ascensores por el resto de nuestras vidas. Podríamos encadenarnos a escritorios durante 60 horas de trabajo semanales… Si es que quisiéramos hacer eso.

Pero decidimos que no queremos. Que preferimos no encarcelarnos a la rutina de un “día normal”.

Hemos decidido que no queremos pretender ser felices. Hemos decidido que queremos arriesgarnos al caos y las caídas que vienen con el negarnos a conformarnos antes que encadenarnos a la idea de una vida normal.

Preferimos no sentarnos cumpliendo con las reglas e ideales que se han heredado generación tras generación. Preferimos utilizar nuestro tiempo según un calendario creado por nosotros mismos. Preferimos vestirnos como queremos y trabajar para compañías que encontramos que son importantes para nosotros.

Preferimos pasar meses viajando en vez de tener días en una nómina de sueldos. Preferimos estar moviéndonos, mezclándonos y explorando nuevos terrenos e ideas. Preferimos ver el país en el que vivimos y no solo trabajar para él.

Dado que nos gusta no ser “maduros”, se siente como que es lo único que estamos haciendo bien.

1. Viajamos por el mundo y no entre oficinas.
2. Compramos ropas que nos gustan y no la que nos dicen que es apropiada.
3. Tomamos la iniciativa en vez de sentarnos sobre nuestros problemas.
4. Perseguimos sueños antes que fechas límites.
5. Vamos a conciertos antes que a seminarios.
6. Seguimos a nuestras pasiones antes que a un cheque estable.
7. Elegimos trabajos y no carreras.
8. Dormimos en hostales en vez de apartamentos rentados.
9. Aprendemos nuevos idiomas en vez de interpretar los antiguos.
10. Tomamos oportunidades y no bonos por trabajar en Navidad.
11. Estamos de fiesta en vez de tomar partidos.
12. Escalamos montañas y no escaleras corporativas.
13. Arrendamos antes de encadenarnos a una hipoteca.
14. Pensamos afuera de lo establecido antes que trabajar en cubículos.
15. Hacemos nuestra propia comida en vez de pagar por ello.
16. Trabajamos en la semana y no los fines de semana.
17. Atravesamos los techos en vez de mirar por las ventanas.
18. Guardamos momentos en vez de mirar el reloj para ver la hora.
19. Elegimos la pasión en vez de palmadas en la espalda.
20. Rompemos nuestros corazones antes que nuestros votos.
21. Estamos en aviones y no recibiendo postales.
22. Ofrecemos amistad a personas de otros países en vez de odiar a nuestros vecinos.
23. Cultivamos nuestra creatividad en vez de cultivar nuestro jardín podando el pasto.
24. Nos manifestamos contra guerras en vez de vivir escondidas de rejas.
25. Juntamos experiencias en vez de polvo.
26. Hacemos arte en vez de estar pintados en una esquina.
27. Inventamos en vez de ingerir todo lo que nos dicen.
28. Alzamos nuestra voz en vez de pasar nuestras vidas sentados.
29. Juntamos momentos y no cosas.
30. Vivimos en el presente y no en el pasado.
31. Reformamos las leyes en vez de conformarnos a ellas.
32. Bailamos descalzos en fiestas en vez de bailar alrededor de los problemas.
33. Tomamos las decisiones en vez de aceptar las de otros.
34. Vivimos por la historia más que por la conclusión.
35. Hacemos las cosas con éxito en vez de exitosamente hacerlo con nuestra secretaria.
36. Desestimamos etiquetas en vez de vivir bajo ellas.
37. Le damos la bienvenida a los desconocidos en vez de crear enemigos.
38. Vivimos nuestros días en vez de esperar que terminen.
39. Comemos comidas nuevas en vez de seguir las recetas de nuestras madres.
40. Nos preocupamos de nuestros amigos antes que competir con ellos.
41. Hacemos lo que queremos en vez de lo que nos dicen que es correcto.
42. Nos casamos con nuestras causas en vez de casarnos con las personas equivocadas.
43. Ayudamos a los enfermos en vez de pretender estar enfermos.
44. Encontramos curas en vez de curar solo el aburrimiento.
45. Lo soportamos todo en vez de enterrar todo.
46. Escribimos nuestros propios libros en vez de buscar el final de otros.
47. Conversamos con las personas en vez de sentarnos a escuchar cómo nos hablan mirándonos en menos.
48. No dormimos tanto tiempo pero soñamos más en grande.

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