martes, 13 de diciembre de 2016

Hay fechas que duelen. Hoy es una de ellas. Al principio de cada año, me gusta pensar en lo que puede traer. Me gusta hacer conjeturas mes a mes, que vayan acorde a la temporada y a los sucesos que uno tiende a vivir de acuerdo a la época.

Llega el turno de pensar en Diciembre y una nube gris se impregna. Un tiempo tan lindo, un período que se relaciona con tanto amor y alegría… y es también para mi familia una fecha que incluye el día que lo cambió todo.

En estos tres años que han pasado (“Tres años… TRES AÑOS…” me lo repito diariamente porque sigue siendo muy difícil de aceptar) hemos seguido y me atrevo a decir que hasta felices somos, porque son los recuerdos, todos los buenos recuerdos que tenemos los que te dan fuerza a seguir. Y porque como muchas veces anteriormente ya he dicho, lamentablemente son con estas experiencias que uno debe de tomar la decisión de vivir el presente sin pausa. Porque es la mejor manera de honrar a quienes ya no están.

Pero hoy es el día que pasó todo. Y aunque uno no quiera, aunque cierres tus ojos, ocupes tu mente, no le permitas al corazón que se exhiba… sí lo sientes. Sí revives los momentos.
Vas desde la última vez en que nos vimos, el que hablamos, el que esperabas que nos reuniera otra vez y el de la noticia. Desde fuera muchos podrán decir que es masoquismo. 

Te cuestionan por qué te permites revivir circunstancias que hacen daño. Pero no lo veo así. Primero porque no lo controlas y segundo porque es parte del duelo. Es una forma de buscar aceptación.

Los años no lo hacen más fácil. Hay días mejores y hay otros que no. Hoy es uno de ellos. Mientras, te sigo hablando en silencio. Te cuento siempre todo lo que ha pasado, lo grande que están Gaby, Adrián y Víctor Andrés; los sobrinos que se han sumado, la falta que me haces en Twitter y las ganas, las terribles ganas de escucharte cantar.

Este es el día. El que ando un poco más en silencio. En el que medito que ya no hay dolor, que estas en el mejor de los lugares y que estas bien. Es por eso que nosotros lo estamos también.

Te quiero para siempre. Antes que hoy y después de mañana.  

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