martes, 7 de octubre de 2008

"Buenos días para ti y buenas noches para mí"

No es que haya pasado un día – mejor dicho – un minuto, sin tener en mente mi blog, mi espacio; Mis ansías de escribir.

No es eso. La motivación nunca la he perdido. La inspiración (que no es lo mismo) quizás si. Mas bien, es la situación que anteriormente, en otras ocasiones, he explicado: Si hablo; lo expreso abiertamente… es más real.

De lo contrario, si lo mantengo reservado para mí, por lo menos, seré sólo yo quién lo piensa, sin necesidad de exponer al resto a la “situación” incómoda. No triste, porque no lo estoy, pero si melancólica.

Pero esa es la verdad. En éstos primeros días de mi descubrimiento inverso muchas sinceridades sorprendieron el ego de mi seguridad y aquella dique llamada “fuerza independiente”.

Me he dado cuenta del valor de un abrazo. De por sí, es mi gesto de afecto favorito. Lo prefiero sin pensar, antes que un beso, un ‘high five’ o una palmada. El abrazo es hablar sin hablar. Y a pesar de que creo, que di suficientes antes de la partida – todavía la cifra de los que faltan es infinita.

El título de la presente entrada lo extraje del último correo que mi mami me envió. En un instante, hizo que me riera. En el seguido, que llorara. Porque de manera tan simple dijo una verdad.

Afortunadamente, tengo claro que en cuestiones de familia – mi familia – las horas no son nada. Quienes son tu gente, tus incondicionales ven más allá que el tiempo del reloj dividido en las condiciones geográficas.

Anexo, otra frase con la que me topé en el antiguo espacio de My Space.

" Because it doesn´t matter of what country & culture you are ou la langue que vous parlez, una sonrisa y un abrazo no necesitan palabras para ser expresados dà così tanto e costo così piccolo. Put it on practice! "

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