jueves, 12 de junio de 2008

Más burbujas - ¡Digo! - Visa para Turquía

Scene 1: Making the Turco.

Si dirigen sus ojitos (y al mismo tiempo mueven el cursor de la computadora) un poquito hacia abajo, verán en dirección izquierda o más al sur, que la última publicación antepuesta a la que ahora escribo, es el texto que menciona algo en turco, unas cuantas tarjetas que sirven de dinero y alguno que otro recuerdo guardado con tanta importancia, que fue la experiencia que promovió mi inspiración de relatarlo.

La idea, surgió de mi cerebro en uno de mis años que apellido con la universidad. Tengo una leve noción que fue en el transcurso de una muy aburrida o nada fructuosa clase sin profesor que mi mente se enganchó la cartera y se fue a pasear. Al parecer, entre especulaciones de un futuro, miradas fijas al reloj y conjeturas en idioma de acertijos, “Miss Mente” caminó hasta la avenida en la que se vislumbra la puerta del colegio en el que estudié. Dentro de la ligera anécdota que tengo sobre ese día (y que anteriormente especifiqué) recuerdo perfectamente la reacción de mi cuerpo cuando captó el concepto. El codo de mi brazo derecho abandonó su posición de bastón para mejillas y junto a todo el resto de mi percha, se emocionó.

En las últimas – y más utilizadas – páginas de la cátedra, empecé a plasmar sencillas intuiciones de “cafetería” que completaron su sentido en una porción próxima a diez líneas.

Tomando notas en la misma cátedra y otras más, los semestres en la universidad se fueron reduciendo, hasta llegar a un tiempo que refleja un paso más cerca de la actualidad.

Traspasando los días de la rutina en la construcción de moldes para escritos de técnica objetiva, “Señora Mente” (los hechos indican que creció) tocó desesperadamente el extremo de una neurona para exigirle un desahogo de aspecto personal.

De este modo y aquí sí que no recuerdo cómo, Turquía y el colegio resurgieron en concepto. Cuando por fin abrí la hoja sistemática de la computadora para hablar sobre el recuerdo, mi pana, Mrs. Mente, me hizo pensar en el boceto trazado en un ayer, cuando todavía la borla del birrete esperaba en fila su momento de pasar al otro lado del sombrero licenciado.

Lo escribí en un estimado progresivo tan acelerado que ni lo podía creer. Pero al destino del turco aún le faltaba senderos por recorrer…

En otro espacio, continuaré la aventura vivida por el escrito antepuesto y la odisea atravesada para su difusión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo s'e, yo s'e, yo s'eee!!!:)
heheheh, Nattiee!:
me encanta como escribes pero lo q m'as quiero es q lo disfrutes, q disfrutes t'u de esas bellas palabras q solo t'u sabes decir de esa manera.

Hay un sentimiento llamado envidia y del cual personas tan completas como t'u son v'ictimas muchas veces.
Lo importante es q te acuerdes siempre de ser tu misma q ser'a el camino m'as directo hacia el 'exito!
Te quieroo!
y s'abes q conmigo SIEMPRE podr'as contar.
Me despido desde lo que a'un queda de mi burbuja rosada!..
Besitos!:)

Bienvenido a mi burbuja ¿Traes contigo una aguja?