Mi burbuja favorita

Una babosa y sus vivencias... La era de mi universidad.
En algún lugar del mundo, resido yo. Estudié Comunicación Social en una facultad cuyo nombre me voy a reservar. Mis trabajos para entregar solían ser escritos de mi creación; Algunos son temas libres. Otros especulaciones de mis maestros. Los mejores, los publico aquí, dando a conocer la materia, el tema a tocar y claro... para voltear la situación, comparto NO la nota de grado que obtuve pero sí MI evaluación sobre el profesor.

Materia: Redacción Periodística II.
Rango del Profesor@: Conocedor@ de la materia... medio loc@
Trabajo: Crónica sobre un día en tu vida.

• Amanecer en París.

A mediados de verano, en el mes de julio del 2002, descendió de madrugada el avión a la ciudad luz. Tras algunas diez horas incesantes, París recibe a sus espectadores turistas. Jóvenes trasnochados y desubicados, con zapatos de cordones y medias blancas escoltándoles los pies, contemplan el paisaje natural que apenas despierta, en las calles frías y modernas de suelo francés. Con un “Bonjour” muy practicado, se dirigen al interior del taxi, un Mercedes Benz serie 430, de color plateado luminado. El chofer protagonista, un hombre flaco y sin sonrisas, de ojos claros y tez blanca; con tono interesado pero indiferente, pregunta el destino a los turistas: “Désires vous une bienvenue peur Paris avant l´hôtel?”. Un intercambio de miradas viajeras, responde “oui” a la interrogativa. A las 7:05 de la mañana, comienza el recorrido sobre ruedas. Saludar con un vistazo el lugar que representa, albergue por 10 días.

Desde el cristal lúcido de la ventana, perciben a Paris. Una alta dama de hierro, denominada “Torre Eiffel”, les galantea a la derecha. Atravesando el símbolo Eiffel, descubren el “Arco del Triunfo”, rodeado de doce direcciones, cada una con un fin. A su lado, unos campos apellidados “Elysées", trasladan hombres apresurados, con café en mano y el diario francés.

Cruzando uno de los treinta y seis puentes extendidos en el Rió Sena, el Mercedes 430, se detiene frente a un edificio de arquitectura barroca y “noveau”, que lleva grabado un simple letrero indicando “Hôtel". A las 10:05 de la mañana, los jóvenes turistas desempacan sus maletas, para emprender un sueño ansiado, de calles que regalan monumentos y museos, música y esplendor, olvidos y recuerdos sin dirección.